La capital del Imperio de Oriente fue Constantinopla, fundada por Constantino sobre la antigu ciudad griega llamada Bizancio. En recuerdo de esta ciudad el imperio se llamó Bizantino.
Constantinopla, heredera del mundo griego y romano, fue el alma del imperio.
Rodeada de una triple muralla, durante siglos fue un bastión prácticamente inexpugnable al ataque de sus enemigos. Situada en el extremo de Europa, a las puertas de Asia, gozó de una posición estratégicamente para las comunicaciones marítimas y terrestres, siendo un importante centro comercial, político y religioso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario